sábado, 5 de octubre de 2013

#9

La lluvia resbalaba por su pelo y la ropa se le pegaba al cuerpo. Pero no era eso lo peor. Lo peor era que el frío le estaba calando los huesos. Llegó al portal lo más rápido que pudo. Lo primero que hizo al entrar en el piso fue cambiarse. Después se preparó una infusión, para entrar en calor. Llamaron al timbre y fue a abrir. Era él. No tuvo tiempo de reaccionar. Su beso la cogió de improviso.

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