sábado, 14 de diciembre de 2013

Una de algo.

Cap. 1
Raden era uno de los pocos pueblos que no estaba amurallado. La zona baja era tan pobre que no había nada que robar, y la alta… bueno, la alta había sido abandonada meses atrás. Buscó un lugar en el que pasar la noche. “El Dragón verde” resultó el elegido. Era una taberna de mala muerte. La gente estaba desaliñada y sucia, con harapos, pero no importaba. Sólo necesitaba un lugar en el que pasar la noche.
La gente le miró nada más entrar. Poco había que lo separase socialmente de ellos, tan solo su espada y su macuto de viaje.
-          Busco un lugar en el que pasar la noche.- Lo dijo sin rodeos. Sabía que a esas personas les gustaba hablar claro.
-          Solo tenemos la buhardilla.- El tabernero lo miró con desconfianza. Parecía un niño de bien, aunque vistiese como ellos.
-          Me vale.- respondió Dimitri.
El tabernero se asomó a una ventana y habló con alguien.
-          Tienes que esperar un poco. Eli lo tiene que preparar.- Dimitri asintió con la cabeza y se sentó en un banco.- ¿Quieres algo?- volvió a hablar el tabernero.
-          Me vale cualquier cosa que esté caliente.- el tabernero asintió y se metió en el cubículo tras el mostrador. Regresó con un cuenco humeante.
-          Ahí tienes.- Dimitri dio las gracias y se dispuso a comer.
Era una especie de crema, con varias cosas mezcladas, pero no supo distinguir ningún sabor. Era como la que les daban las madres a los bebés en el Valle. O por lo menos eso le pareció.
Una mujer se acercó al tabernero a decirle algo.
-          Ya tienes la buhardilla. Puedes subir cuando quieras.- Dimitri asintió, acabó la crema y subió.
La buhardilla constaba de un estrecho catre, un viejo arcón de a saber cuándo y una alfombra medio roída. El lado positivo era la ventana del techo, que le permitía observar el cielo.

Poco a poco fue cerrando los ojos, hasta quedarse dormido.

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